José Martí nos enseña que quien resiste con perseverancia acaba trinfando

TRES HEROES - José Martí

Hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro. Hay otros que padecen como en agonía cuando ven que los hombres viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados.




Un hombre solo no vale nunca más que un pueblo entero; pero hay hombres que no se cansan, cuando su pueblo se cansa, y que se deciden a la guerra antes que los pueblos, porque no tienen que consultar a nadie más que a sí mismos, y los pueblos tienen muchos hombres, y no pueden consultarse tan pronto. Ese fue el mérito de Bolívar, que no se cansó de pelear por la libertad de Venezuela, cuando parecía que Venezuela se cansaba.



miércoles, 26 de diciembre de 2012

El Faraonismo, fase terminal del Desarrollismo. Los trenes de alta velocidad en Tenerife.


 
Está en la naturaleza humana el deseo de ser recordado para la posteridad por las obras realizadas en vida. Todo gobernante antiguo o moderno, desde un jefe de Estado al alcalde del más humilde pueblillo, aspira a ejecutar durante su mandato una obra emblemática que sea recordada como suya. En las sociedades en vías de desarrollo, que todavía necesitaban crecimiento económico para salir del atraso, eso era una virtud. José Miguel Galván Bello, presidente del cabildo de Tenerife entre los años 1964 y 1971, y luego entre 1979 y 1983, será siempre recordado porque fue quien impulsó en su primera época la autopista y el aeropuerto del Sur de Tenerife, y el Hospital General Universitario. Adán Martín Menis, presidente del cabildo de Tenerife entre 1987 y 1999, y luego vicepresidente y presidente de la comunidad autónoma de Canarias, será recordado por ser el gran impulsor del auditorio de Tenerife, obra controvertida de un arquitecto especialista en obras emblemáticas, que no en vano lleva su nombre.

Al desarrollo económico que se convierte en un fin en sí mismo, al crecimiento por el crecimiento, se le llama desarrollismo. Se pasa, de crecer para poder producir más para vivir mejor, a producir más, o incluso a endeudarnos, para poder crecer aunque vivamos peor. Evidentemente el desarrollismo tiene límites, pero todavía no se les han puesto lo suficiente de manifiesto a los desarrollistas que elaboran el proyecto de un tren de alta velocidad, de un AVE, en una isla de 2.000 km2 y 900.000 habitantes, de los que la mitad se concentra en el área metropolitana y el resto está muy disperso, con 80 kms entre las estaciones principio y final de trayecto, con costes disparatados y financiación incierta.  Es así como el desarrollismo en su fase terminal degenera en faraonismo: práctica política basada en la realización de una gran proeza ingenieril con la tecnología más puntera disponible, que sea el asombro del mundo, que proporcione inmensa popularidad al partido que la lleve a cabo para eternizarse aún más en el poder insular, y gloria postrera al megalómano gobernante que superó a sus ilustres predecesores, aunque sea económicamente inviable y socialmente inútil. El término lo creó el compañero Francisco Déniz en 2006 (1) y lo ha difundido el compañero Damian Marrero desde 2010 (2) y (3). El estudio del faraonismo moderno está muy avanzado en Canarias porque las autoridades locales de esta bendita tierra son particularmente proclives a padecerlo. Esta patología se ha dado históricamente en toda época y lugar: también las pirámides que construyeron los faraones en el antiguo Egipto,  o los moais que erigían los jefes tribales de la isla de Pascua, fueron grandes proezas ingenieriles para los medios de la época, sin que los arqueólogos hayan podido todavía averiguar cuál era su utilidad.

El Plan territorial de ordenaciónde infraestructuras del tren del Sur, del Cabildo insular de Tenerife, en estado de aprobación inicial, prevé que la inversión ascienda a 2.447 millones de euros (Dos mil cuatrocientos cuarenta y siete mil millones de euros). Dado que las administraciones públicas tienen seriamente limitada su capacidad de endeudamiento, se recurre a la argucia de constituir una sociedad mixta público-privada para ejecutar la obra y explotar el tren. El capital de esa sociedad mixta será de apenas 251,13 millones de euros, pero habrá de endeudarse por importe de 1.449,28 millones de euros, recibiendo durante toda la vida de la infraestructura (se calcula hasta el año 2038) una subvención anual de 116 millones de euros constantes del año 2009, a fin de que la rentabilidad de la inversión sea del 10% anual, pues los ingresos de explotación sólo cubrirán una pequeña parte del coste.

Una empresa privada “que además de capital aporte know-how y capacidad de gestión”, participará con apenas un 20% del capital de esa sociedad mixta, siendo público el 80% restante (apartado 4.4.3.de la Memoria de Ordenación “Hipótesis financiera”).

No se menciona en el Plan qué administración será la que participe en esa sociedad mixta y aporte esa subvención anual. Es dudoso que puedan participar el Estado o la administración autonómica, que ya han tenido que ajustar severamente sus presupuestos, y demencial que tenga que ser en exclusiva el Cabildo insular, que está muy lejos de tener superávit y tambien se ha visto obligado a recortar.

Tanta inversión ruinosa únicamente servirá, según el estudio de alternativas de la memoria, para captar al 9,7% de los viajeros que se desplacen entre la zona metropolitana de Tenerife y el Sur, cifrados para 2027 en 67.539 desplazamientos/día de un total de 699.202, de los que el vehículo privado continuará sirviendo para el 70,6%, y la guagua por el carril normal para el 19,8% restante. Se asume por tanto que esa nueva infraestructura apenas servirá para que disminuya un 9,6% el tráfico de vehículos privados, y que servirá para quitarle a la guagua por carril normal el 9,8 % de su clientela, lo que indica una mentalidad volcada hacia el transporte privado que no se plantea seriamente resolver el problema de la congestión en las vías de comunicación.

El coste de la inversión es notoriamente superior para las alternativas que prevén el tren  frente a las que sólo prevén aumentar el número de carriles, sea en plataforma exclusiva para guagua o tercer carril  para coches y guaguas, pero el análisis queda falseado cuando, para evaluar monetariamente los costes externos, se toman datos de un estudio realizado en 2008 por el Ministerio de Fomento llamado “Cálculo de los costes externos de los diferentes modos de transporte para su aplicación en la planificación de redes de transporte en España”, que estima unos costes externos por contaminación atmosférica y cambio climático menores para el tren, como si la electricidad con que funciona fuera producida en su mayor parte mediante energía hidroeléctrica, nuclear o eólica, como ocurriría en Europa. En Tenerife la mayor parte de la electricidad sería producida en más de un 96% en las centrales térmicas de la multinacional ENDESA, y sólo una mínima parte provendría de aerogeneradores. Si se cuentan las pérdidas en la generación y en el transporte de la electricidad, la contribución del tren (aunque sea eléctrico) al cambio climático y a la contaminación es mayor que la de la guagua, sólo que las emisiones de CO2 y otros contaminantes están concentradas en el emplazamiento de las centrales térmicas.

No critico a ninguna persona en concreto, porque el faraonismo no tiene responsable único: los tres partidos presentes en el cabildo insular de Tenerife, CC, PP y PSOE, apoyan el proyecto sin fisuras, y compiten entre sí por atribuirse méritos como conseguidores de financiación para ejecutarlo.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Feliz Era Nueva




El día de hoy, 21 de diciembre de 2012, no es más que una fecha muy significativa en un calendario concreto. Un calendario muy místico, esotérico y hermético, todo lo que ustedes quieran, pero calendario al fin y al cabo. Todos los 31 de diciembre nos corremos una gran juerga para celebrar al Año Nuevo como se merece, da igual lo mal que pinte, porque es la fecha en la que, según nuestro calendario, acaba un periodo y comienza otro, que deseamos que no sea más nefasto que el que acaba. Sin embargo, a esa hora en punto en que nos comemos 12 uvas, y armamos todo ese jolgorio, para otras culturas es una fecha tan vulgar como cualquier otro día laborable. Los chinos celebran el año nuevo chino, con mayor entusiasmo si cabe, el día de luna nueva más próximo a una fecha situada entre el 3 y el 5 de febrero, o día de Comienzo de la Primavera, situado en el punto equidistante entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera; caerá por tanto entre el 20 de enero y el 19 de febrero. Los musulmanes celebran su Año Nuevo el primer día del mes de Moharran, que puede caer en cualquier mes de nuestro calendario gregoriano, porque tienen un calendario de 12 meses lunares de entre 29 y 30 días, que hacen años de entre 354 y 355 años. Los hindúes tienen un calendario administrativo solar que empieza el primero de Chaitra, o 21 de marzo, y otro religioso lunar, cuyo día de año nuevo es aquél en que hay luna nueva antes del ocaso. Los judíos tienen un calendario solilunar pero es más complicado que el chino: cada dos años lunares de 12 meses de 29 o 30 días, se añade un año adicional para que el día de año nuevo siempre caiga hacia el equinoccio de otoño. Los pueblos originarios del Norte de Africa, entre ellos los guanches, tenían un calendario solar cuyo día de Año Nuevo, el Beñesmet, era el día del solsticio de verano, que ahora cae en 21 de junio, pero que hace un par de miles de años, por cosas de la precesión de los equinoccios, caía el 24 de junio; de ahí que los canarios modernos (y otros pueblos de la zona mediterránea) celebremos el día de San Juan con especial devoción.

Por supuesto que cada cultura tiene sus forma particular de agrupar los siglos, en milenios, o de otra forma. Para la cultura maya el día de hoy, 21 de diciembre 2012, se cumple cierto periodo de 5126 años denominado "Cuenta Larga", resultado de un calendario extremadamente complicado que no estaba relacionado sólo con la Luna y el Sol, sino también con las revoluciones de Marte y de Venus. Ese día puede ser una buena ocasión para celebrar simbólicamente que se entra en una Nueva Era, con una fiesta especial en que cada uno conecte con el Cosmos o con la Providencia en la forma que prefiera, preferiblemente en la compañía de sus más allegados.



martes, 20 de noviembre de 2012

Cho Vito y la Ley




La ley es tela de araña, y en mi ignorancia lo explico,
no la tema el hombre rico, no la tema el que mande,
pues la rompe el bicho grande y sólo enrieda a los chicos.
Es la ley como la lluvia, nunca puede ser pareja,
el que la aguanta se queja, más el asunto es sencillo,
la ley es como el cuchillo, no ofiende a quien lo maneja.

La Vuelta de Martín Fierro. José Hernández. 1879
 

No todas las ilegalidades son igual de ilegales, ni todas las leyes se aplican con el mismo rigor, ni todas las sentencias se ejecutan con la misma celeridad. Pocas normas se han aplicado de forma tan desigual como la Ley 22/1988, de Costas de España, de 28 de julio de1988.

Nunca una Ley se ha infringido tanto comola Ley de Costas. Rara vez una ley se ha aplicado de forma retroactiva como la Ley de Costas. Nada es tan arbitrario como fijar un deslinde marítimo-terrestre sobre una costa modificada, en base a planos antiguos o a estudios geológicos, sobre todo cuando quien custodia esos planos o encarga esos estudios es la D.G. de Costas.   

Para ver una línea de deslinde marítimo-terrestre que se tuerce al llegar a ciertas propiedades, o que atraviesa recta al pasar por otras, hay que estudiar el litoral de cualquier municipio de España, como por ejemplo Candelaria, de cuyo PGO están sacadas estos planos:
 


Precisamente en Candelaria ha sido demolido el barrio de Cho Vito.
 
 
 
 
 

jueves, 1 de noviembre de 2012

El Capital para entender la crisis del capitalismo


 
La mejor lectura para comprender la crisis económica actual es un tratado en tres tomos publicados entre 1867 y 1894. El Capital no contiene en sus 1.500 páginas ni una sola palabra sobre socialismo; no trata más que de capitalismo (como su propio nombre indica). Es un análisis exhaustivo, desde su base filosófica más profunda, de cómo funciona la economía capitalista, escrito con la rigurosidad pero también con la prolijidad y la pesadez de las que sólo es capaz un alemán.

Marx basó su sistema en la teoría del valor, que no fue inventada por él, sino por los clasicos de la economía política clásica inglesa: Adam Smith, David Ricardo y John Stuart Mill, cuya obra conocía al dedillo. La teoría del valor considera que lo que aporta valor a una mercancía es el trabajo humano socialmente necesario contenido en ella. El trabajo humano según Smith, Ricardo y Stuart Mill, como mercancía que es, debe ser remunerado únicamente en su coste de producción, es decir, en lo que cubra las necesidades básicas y suficientes para que el trabajador sobreviva y pueda reproducirse. El excedente se lo queda el capitalista, que para eso hizo su inversión y corrió con los riesgos. Marx únicamente desarrolló esta teoría hasta sus últimas consecuencia y señaló las contradicciones inherentes a la naturaleza crematística del capitalismo, a su necesidad de crecer sin límite, lo que lo llevaba a sufrir inevitable y periódicamente crisis económicas cada vez peores y más profundas.

Para poder oponerse a Marx las escuelas liberales más modernas han renunciado a la teoría del valor, sustituyéndola por la llamada “teoría de la utilidad marginal” (el valor de un bien es algo subjetivo basado en la utilidad que a cada individuo le reporta y en los bienes alternativos a cuya adquisición renuncia), útil para deducir empíricamente precios de mercado, pero a costa de quedarse sin fundamento teórico. Los liberales achacan la existencia de ciclos de prosperidad, superproducción y crisis a la intervención del Estado, que pervierte con mecanismos tales como la manipulación de los tipos de interés, el estímulo del crédito, o la política fiscal, a un mercado que de forma “natural” tendería a regularse sólo.

Los marxistas emplean la teoría del valor, no porque sirva para calcular precios (que también, aunque más complicado), sino porque explica con un soporte matemático mínimo al alcance de cualquiera (la cuenta de la vieja) la naturaleza explotadora del capitalismo, por qué necesitan los capitalistas ampliar la escala de sus empresas para continuar ganando lo mismo, por qué inevitablemente ocurren crisis de superproducción cada vez peores, por qué el capital se refugia en la economía financiera si la economía productiva no le rinde lo suficiente, y por qué para volver a comenzar otro nuevo ciclo de crecimiento tiene primero que destruirse valor (quiebra de empresas) y aumentarse la tasa de plusvalía (lo llaman “moderación salarial vinculada a la productividad”). Quien se haya leído El Capital, puede estar toda la vida polemizando con liberales y nunca serán capaces de demostrarle que el capitalismo no está condenado a desaparecer.

La causa de que el capital tenga ciclos y periódicamente se desquicie es interna, y se formula como “ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia”. Como consecuencia de los avances técnicos y de que se inviertan sistemáticamente los beneficios en aumentos de productividad, y de que la libre concurrencia hace que se generalicen estas mejoras, los precios tienden a bajar, y por tanto disminuye el beneficio por unidad de mercancía fabricada. El capital lo compensa ampliando todavía más la escala e invirtiendo todavía más en aumentar la productividad, con lo que cada vez se crea menos empleo en relación a la masa de mercancías fabricadas, y cada vez disminuyen más los salarios en relación con el total de la economía, y por tanto la capacidad de consumo de la sociedad. Al disminuir la tasa de ganancia disminuye proporcionalmente el tipo de interés (hay exceso de capital ocioso en relación a las oportunidades de inversión en la economía real), que sirve para financiar proyectos cada vez más arriesgados, e incluso especulación pura y dura en la economía financiera. Inevitablemente todo explota, y no volvemos a "la senda del crecimiento" hasta que no quiebran los más endeudados, no vuelven a bajar los salarios, no se destruye capital y no se malbaratan las inversiones que en su día hicieron los más audaces, que son adquiridas por los mismos de siempre a precio de saldo (así se concentra más el capital con cada crisis). Podría explicarse con más rigor en términos marxistas, pero es preferible emplear un lenguaje inteligible por todos.

La intervención del Estado en la economía capitalista, como el más solvente y mejor financiado de todos los empresarios, directamente o favoreciendo a las grandes empresas demasiado-grandes-para-quebrar, por ejemplo mediante obra pública cuanto más faraónica mejor, o mediante contratos en la industria de armamentos, únicamente puede prolongar algunas décadas más este ciclo, pero la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia es general y vale también para el Estado: de ahí que cada vez una mayor cantidad de endeudamiento público provoca una menor cantidad de crecimiento económico. El Keynesianismo es en realidad la muleta que impide que el cojo se caiga, permitiendo que continúe caminando aunque sea renqueando.
 

viernes, 5 de octubre de 2012

Incendios rurales en Canarias y soberanía alimentaria



Quien superponga sobre el mapa de cultivos de la isla de La Gomera o de Tenerife el contorno de la zona afectada por los recientes incendios forestales del pasado mes de septiembre, comprobará que la mayoría de la superficie quemada corresponde al color azul de “Abandono prolongado” o al marrón de “Erial”, y que sólo una mínima parte es zona de bosque. Mal podemos hablar por tanto de incendios forestales: aunque sea la laurisilva del monte del Cedro o del monte del Agua lo más mediático de ambos incendios, el daño principal lo sufrió una extensa  zona, salpicada de núcleos de población, que estuvo en cultivo en su día pero que llevaba décadas abandonada; se trata de incendios rurales.
Incendio de Erjos, entre los municipios de El Tanque, Los Silos y Santiago del Teide, Tenerife. Escala 1:50.000

Los núcleos habitados afectados por el fuego, con miles de personas evacuadas y decenas de viviendas quemadas (Valle Gran Rey, Taguluche, Arure, Chipude, El Cercado o Las Hayas en La Gomera; Erjos, San José de Los Llanos o Ruigómez en Tenerife) estaban rodeados por masas de maleza combustible, resultado de muchos años de abandono de la actividad agraria: retamas, jaras, cañaverales, zarzas, hinojos, jaguarzos… Nunca se quemó ningún pueblo cuyos campos de cultivo estuvieran arados, segados o pastoreados por el ganado, nunca a ningún campesino se le ocurrió edificar su vivienda en mitad de la maleza.

Bien está que se proteste porque las autoridades locales restrinjan el aprovechamiento del monte público, bien está que todo el mundo piense en la pinocha que se deja de recoger del pinar, pero pocos se han preocupado del matorral que invade los terrenos privados.

 
Incendio de La Gomera, municipios de Valle Gran Rey, Vallehermoso y Alajeró. Escala 1:50.000
Cultivar cereales de secano y criar ganado extensivo dejaron de ser actividad rentable desde que a partir de los años 60 Europa nos inundó con sus excedentes. La aplicación de la PAC desde 1992 institucionaliza esta situación, porque las ayudas del REA a la importación de productos agrícolas y ganaderos excedentarios en la Unión Europea son en la práctica una anti-subvención para la agricultura y la ganadería extensivas en Canarias. Es la lógica de la globalización, no tiene sentido pretender ser autárquicos cuando tan ventajosamente compite el producto de importación; otra cosa son las consecuencias imprevistas.

La pérdida de soberanía alimentaria podría ser asumible si únicamente se tratara de una cuestión de economía, pero los recientes incendios nos han mostrado que, además, tenemos un problema de seguridad ciudadana.

 

jueves, 28 de junio de 2012

El Pleito de los naturales y la identidad canaria



A finales del siglo XVII tuvo lugar el “Pleito de los Naturales”, en el que los descendientes de los guanches hicieron valer ante los poderes de la isla, mediante sendos litigios judiciales, primero en 1587 contra los regidores del Cabildo de Tenerife, luego en 1601 contra los frailes dominicos, su derecho exclusivo a portar en procesión la imagen de la Virgen de Candelaria.
 
La documentación del pleito fue estudiada por el cura José Rodríguez Moure en el archivo de la casa Osuna, y figura completa en el Anexo VI del tercer tomo de la magna obra de su amigo Juan Bethencourt Alfonso, “Historia del Pueblo Guanche”. Fray Alonso de Espinosa, contemporáneo de los hechos porque residió en Canarias entre 1582 y 1592, aunque parte interesada porque él mismo era dominico, silencia completamente el tema en su obra “Historia de Nuestra Señora de Candelaria”, centrada en lo milagroso de la imagen en sí más que en la santidad del lugar donde apareció y se venera.

Llama la atención que, 92 años después de finalizada la conquista, los descendientes de un pueblo vencido (supuestamente minoritario o extinguido) sean capaces de movilizarse contra una injusticia, llevar a juicio a las máximas autoridades de la isla, y ganar el caso; no por un asunto baladí, sino por algo de la máxima importancia relacionado con su propia identidad como pueblo. Como se repite varias veces a lo largo del proceso,
 
“es uso y costumbre tan antigua de en todos los años por el día de Nuestra Señora de Candelaria que se hace procesión desde la casa de nuestra señora hasta la iglesia de san Blas (…) en sus andas y llevada sobre sus hombros por los Naturales que descienden de los Naturales, que eran antes que la isla se ganase, y en contorno y en redondo de la dicha imagen suelen ir todos los Naturales porque es fiesta suya e la imagen les pareció a ellos mucho tiempo antes que cristianos ganasen la dicha isla”



El 2 de febrero de 1587 se presentaron en la procesión del día de la Candelaria los regidores del cabildo de Tenerife Cristóbal Trujillo de la Coba y Gaspar Yanes, con vara de justicia en las manos, e intentaron por la fuerza quitar a los guanches las andas sobre las que se transportaba la imagen,
 
“y porque los dichos Naturales con modestia e mansedumbre decían e requerían al dicho Trujillo de La Coba que no les quitase de su posesión e que aquello les pertenecía por ser Naturales, el dicho Trujillo y los demás les afrentaron delante de la dicha imagen llamándoles de bellacos e majaderos e pícaros y en son de quererlos afrentar les decían que eran unos guanches de baja suerte”

La gente se amotinó y la procesión se tuvo que suspender. Pedro Hernández y 14 naturales más, apellidados Hernández, Fernández, Rodríguez, González, Diaz, Vera, Sánchez y Martín, presentan una demanda ante la real audiencia de las islas de Canaria, contra los mencionados regidores. Admitida la querella, la real audiencia de Canaria dicta sentencia el 7 de diciembre de 1587 a favor de los Naturales.

En 1601 se reproduce el conflicto. Los frailes dominicos advierten a los guanches que el día 2 de febrero han de dejar sacar la imagen a los regidores desde el altar hasta la puerta principal, y que si no lo consentían, serían exclusivamente los propios frailes quienes la llevarían y traerían durante toda la procesión.
 
“porque los dichos Naturales son meros legos y no tienen que tratar en las cosas espirituales y que están dedicadas por los religiosos y sacerdotes, como nosotros somos (…) y porque la dicha santa imagen es reliquia y don del cielo que está dedicada a los religiosos y sacerdotes y siendo esto así como es, como a tales se nos dio, y pues se nos ha concedido lo mayor, se nos concede los menos, que es el sacarla a nuestra disposición”

A lo largo de marzo de 1601 Juan Marrero,”guanche, vecino de Candelaria” reúne poderes de representación de naturales de toda la isla, apellidados Hernández, Pérez, Pestano, González, Rivero, Palanzuelos, Sierra, Rodríguez, Martín, Delgado, Ibaute, Betancort, Guerra, Diaz, Mena, Estévez y Asencio, para que los represente en el pleito, y nombra procurador a Jerónimo Agnese, quien presenta querella contra los frailes dominicos en nombre de los Naturales ante la real audiencia de Canaria, invocando como precedente la sentencia de 14 años antes.

No debió de sentar bien en las altas esferas este nuevo atrevimiento, porque como represalia se tocaba la alarma a cada momento para obligar a los vecinos de Candelaria a acudir a la defensa del puerto de Santa Cruz, lo que es motivo de un escrito de queja del mencionado procurador:
 
“que los dichos mis partes siguen pleito ante esta real audiencia contra la justicia e regimiento de la dicja isla, sobre el despojarles de la posesión que tienen de llevar la imagen de la virgen de Candelaria, por lo cual todos les tienen odio y enemistad y con pequeña ocasión que buscan, o sobre entrar un navío en el puerto de Santa Cruz, tocan a rebato y mandan que mis partes vengan del término de Candelaria donde viven al dicho puerto, y el que hace falta le castigan, prenden y ponen y molestan sobre ello”
 
Finalmente mediante escrito de 19 de septiembre de 1602 la orden dominica desiste del litigio con los naturales y se manifiestan conformes con cederles el derecho de cargar las andas de la imagen, como se ha continuado haciendo hasta el día de hoy.



sábado, 16 de junio de 2012

El 25 de enero, otra Europa es posible



El 25 de enero de 2015, otra Europa es posible. Este artículo es de hace dos años y medio, pero es tan actual ahora como entonces. Lo que no pudo ser en junio de 2012, ahora es más posible que nunca. SYRIZA ha vencido.

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La historia de la humanidad no hubiera sido la misma si Atenas y Esparta, en su época dos ciudades de apenas unas decenas de miles de habitantes, no hubieran desafiado al imperio persa. Como si en estos tiempos interesantes que vivimos la historia se repitiera, el castillo de naipes que los poderes financieros de Europa llevan décadas construyendo, a base de deuda impagable sobre deuda impagable y de burbujas de activos ficticios respaldadas por papelitos de colores, se puede comenzar a derrumbar si el próximo domingo 17 de junio de 2012 gana las elecciones generales en Grecia la coalición SYRIZA.

La coalición SYRIZA, que últimamente se constituyó formalmente en partido para beneficiarse de ciertas ventajas que el peculiar sistema electoral griego concede a los partidos sobre las coaliciones en caso de obtener mayoría en votos, es el modelo de organización política que muchos aquí procurábamos seguir sin conocerlo todavía.

SYRIZA es el acrónimo de Synaspismós Rizospastikís Aristerás (Coalición de Izquierda Radical). Se constituyó en 2004 como una variopinta coalición de grupos izquierdistas y ecologistas que en gran parte procedían de sucesivas escisiones del KKE, el partido comunista de Grecia. Este partido, al contrario que otros partidos comunistas europeos, se ha mantenido fiel a la tradición stalinista y sigue una línea excluyente y sectaria, mientras que SYRIZA, como explica el profesor Kuvelakis en una recomendable entrevista,


"Salió del ala que estuvo marcada por el eurocomunismo y que se abrió desde los años 1970 a los nuevos movimientos sociales. Ha sabido así renovar sus referencias organizativas y teóricas, añadiendo a la matriz comunista, las tradiciones de las nuevas radicalidades. Es un partido que está cómodo en los movimientos feministas, las movilizaciones de los jóvenes, las corrientes altermundialistas, el antirracismo, las corrientes LGTB, a la vez que tiene una intervención bastante importante en el movimiento sindical. Señalemos que la estructura de cuadros y de militantes del partido está constituida de capas asalariadas con nivel educativo, de personas “con diplomas”. Es un electorado muy urbano, y es un partido que está muy implantado entre los intelectuales. Hasta muy recientemente, Synaspismos tenía la mayoría absoluta en el seno del sindicato de enseñantes de la educación superior, al contrario del KKE que, por su parte, ha perdido toda relación privilegiada con los medios intelectuales."


SYRIZA ha consolidado su deriva hacia posiciones radicales de izquierda por la creciente importancia de su “ala joven”, desarrollada a través de los movimientos altermundialistas y antirracistas, y de sus sindicalistas. La intransigencia que muestra el KKE hacia SYRIZA no se explica más que como herencia de la guerra fratricida que ambas militancias sostuvieron en el pasado. Si hubiera que establecer comparaciones con la situación en España, el KKE es como el PCPE, mientras que SYRIZA es como Izquierda Unida, con la diferencia de que en los 90 en Grecia el KKE quedó como mayoritario, mientras que en España la mayoría correspondió al PCE, luego integrado en Izquierda Unida. Puede que los restos de centralismo democrático que conserva Izquierda Unida en su forma de organizarse se deban a que procede de la rama mayoritaria, mientras que SYRIZA procede de las minoritarias.  

El salto electoral desde su tradicional 5% al 16,7% obtenido en las pasadas elecciones del 6 de mayo, o incluso al 30% que algunos sondeos le atribuyen para el 17 de junio, se debe a la descomposición del PASOK, el partido socialista de Grecia, desacreditado por su aceptación del memorándum impuesto por la CE, el FMI y el Banco Central Europeo, por el que se aplicaban recortes para garantizar la devolución de los sucesivos rescates financieros impuestos al país, primero cuando gobernó en solitario con mayoría absoluta, y luego cuando formó una gran coalición con el partido de derechas Nueva Democracia. Ambos partidos tradicionales, con la crisis, han visto desintegrarse las redes clientelistas ligadas al aparato del estado en que tradicionalmente basaban su poder.

SYRIZA rechaza el memorándum, y pretende renegociar la deuda pública de Grecia sin que se le tengan que imponer recortes. Si el BCE suspende su financiación, Grecia dejará de pagar su deuda. SYRIZA no pretende que Grecia salga de la zona euro: si la expulsan, será la propia UE la que violente los tratados.

Frente a la Europa del neoliberalismo, a partir del 17 de junio otra Europa será posible. Como dijo el filósofo Slavoj Zizek, en un histórico discurso pronunciado en la convención del partido,



¿Qué quiere Europa? esta es la pregunta que vosotros, los griegos, estáis dirigiendo a Europa. Pero Europa no sabe lo que quiere. El modo en que los estados europeos y los medios de comunicación se refieren a lo que está pasando hoy en Grecia, creo que es el mejor indicador de la Europa que pretenden. Es la Europa neoliberal, la Europa de los estados aislacionistas. Los críticos acusan a SYRIZA de ser una amenaza para el euro, pero SYRIZA es, al contrario, la única posibilidad que tiene Europa. ¿Qué amenaza?. Vosotros estáis dando a Europa la posibilidad de salir de su inercia y encontrar una nueva vía.



(…)



Solo una nueva herejía –representada en este momento por SYRIZA- puede salvar lo que merece la pena salvar de la herencia europea, la democracia, la confianza en las personas, la solidaridad igualitaria. La Europa que vencerá, si SYRIZA no gana, será una Europa con valores asiáticos y, naturalmente, estos valores no tienen nada que ver con Asia, sino con la voluntad actual y evidente del capitalismo contemporáneo de suspender la democracia.




(…)




Odio a la izquierda tradicional, intelectual, que ama la revolución, pero la revolución que tiene lugar en algún sitio lejano. (…) Pero vosotros estáis aquí y os admiro. No tenéis miedo a involucraos en una situación desesperada, sabiendo qué las probabilidades están en vuestra contra. Por esto os admiro. Hay también un oportunismo de principio, el oportunismo de los principios. Cuando se dice que la situación está perdida, que no podemos hacer nada, porque significaría traicionar nuestros principios, esta parece ser una posición coherente, pero en realidad es una forma extrema de oportunismo. Precisamente SYRIZA es un evento único de esa izquierda (...) que ha encontrado el valor de hacer algo.

martes, 1 de mayo de 2012

Permacultura, o la agricultura antes de la expulsión del paraíso.



“Maldita sea la tierra por tu causa: con grandes fatigas la habrás de labrar todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás las hierbas del campo. Comerás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra de la que fuiste formado, pues  polvo eres y en polvo te convertirás”

Génesis III, 17-19

La tradición cristiana considera el trabajo físico, simbolizado en la labranza de la tierra, como una maldición divina. Adán y Eva vivían en un jardín maravilloso cuyos frutos comían sin trabajo; tras su caída tienen que ganarse “el pan con el sudor de tu frente”.

No muy distinta es  la visión occidental de la agricultura, expuesta por Rousseau, visión que debe mucho al mito griego de la edad de oro. El buen salvaje pierde su inocencia cuando deja de ser cazador-recolector en el bosque comunal y se ve obligado a trabajar en la agricultura en una tierra que forzosamente acaba siendo propiedad privada.

Mientras los hombres se conformaron con sus rústicas chozas, mientras se contentaron con coser sus vestimentas de piel con espinas o con raspas, con adornarse con plumas o con conchas, con pintarse el cuerpo de diversos colores, con perfeccionar o adornar sus arcos o sus flechas, con labrar con unas piedras cortantes una canoa de pescadores o algunos groseros instrumentos de música; en una palabra, mientras sólo se aplicaron a realizar unos trabajos que un solo individuo podía hacer y a unas artes que no necesitaban el concurso de varias manos, vivieron libres, sanos, buenos y felices en la medida en que podían serlo por su naturaleza y continuaron disfrutando entre ellos de las amenidades de una relaciones independientes. Pero tan pronto como un hombre necesitó de la ayuda de otro, tan pronto como se dieron cuenta que era ventajoso que uno solo tuviera provisiones para dos, la igualdad desapareció, se instauró la propiedad, el trabajo se volvió necesario y las extensas selvas se transformaron en unas campiñas sonrientes que que hubo que regar con el sudor de los hombres y a través d elas cuales pronto se vio germinar la esclavitud y la miseria que se incrementaban con las cosechas.”

Así describe Rousseau el nacimiento de la agricultura en la segunda parte de su “Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres”, que comienza con el célebre:

“El primer individuo al que, tras haber cercado un terreno, se le ocurrió decir “Esto es mío” y encontró gentes lo bastante simples como para hacerle caso, fue el verdadero fundador de la Sociedad Civil. Cuántos crímenes, guerras, asesinatos, cuántas miserias y horrores  no le hubiera ahorrado al género humano el que, arrancando las estacas  o segando el foso, hubiera gritado a sus semejantes: “Guardaos de escuchar a este impostor; estáis perdidos si olvidáis que las frutas a todos pertenecen y que la tierra no es de nadie.”

No obstante, según lo que hemos llegado a saber sobre los orígenes de la agricultura, al principio no fue así. La escuela de la Evolución Cultural demuestra, mediante la arqueología y el estudio de poblaciones actuales, que la alimentación del cazador-recolector es rica y variada y que para obtenerla normalmente son precisas apenas unas pocos horas al día. La agricultura nació sola, sin que fuera impuesta como castigo. El cazador-recolector modificaba su medio con sus especies vegetales sin darse cuenta. Al recolectar frutos y semillas seleccionaba sin proponérselo plantas con frutos grandes o semilla indehiscente; al consumirlos en sus campamentos favorecía la proliferación de plantas de crecimiento rápido, cuya semilla germinara fácilmente en el terreno alterado y enriquecido en nutrientes de sus basureros y letrinas. Nunca se conoció pueblo tan primitivo que desconociera el significado de las semillas ni su relación con las plantas. Todos los recolectores conocen, con la minuciosidad de un botánico, cientos  de especies de plantas. Los pueblos recolectores ocasionalmente siembran, o podan, o riegan, o fertilizan, o aclarean, o eliminan las plantas molestas y favorecen las útiles. Ninguna de estas acciones por sí sola es agricultura, pero el conjunto sí lo es. Sólo la presión demográfica fue forzando al hombre a producir cada vez más a costa de más y más trabajo, pero antes de que el equilibrio se rompiera y fuera el hombre primitivo expulsado de su paraíso, la primera agricultura que practicó tuvo que ser muy parecida a lo que se entiende como permacultura, el sistema agrario que es intensivo en información, pero no en trabajo ni en tecnología.



La agricultura surgió en regiones tropicales o subtropicales, donde se trabajaba la tierra con un palo, porque el laboreo excesivo destruye fácilmente la estructura del suelo tropical. No pudo extenderse a zonas templadas (como observa Ana Primavesi en el capítulo VII de su “Manejo ecológico del suelo”) más que cuando se inventó el arado y pudo voltearse la tierra y exponer al calor y a la aireación la parte más profunda. No es casualidad que Rousseau asocie (erróneamente) el nacimiento de la agricultura con el inicio de la metalurgia, pues su mentalidad eurocéntrica no concebía que se pudiera cultivar el suelo más que con aperos de metal.

Las malas hierbas son un resultado de la selección humana, igual que las plantas cultivadas. Las malas hierbas son los oportunistas que se han adaptado a germinar y a crecer rápido tras un laboreo. Muchas plantas cultivadas inicialmente fueron malas hierbas, como por ejemplo el centeno y la avena, malas hierbas del trigo y la cebada en Oriente Medio, que pasaron a ser cultivos principales cuando el cultivo de cereales se extendió a Europa Central. Cuanto más se are un terreno, seguramente para limpiarlo de malas hierbas, más malas hierbas saldrán.
El suelo de los bosques tropicales mantiene una vegetación exuberante porque está cubierto por una gruesa capa de mantillo de hojarasca y restos vegetales, desapareciendo su fertilidad rápidamente con el arado. El mulching y/o el compostaje en superficie con que se tapizan las parcelas permaculturales imitan al suelo del bosque tropical.
En los bosques donde la recolección silvestre se convirtió imperceptiblemente en agricultura, reina la biodiversidad. La asociación estrecha de árboles, arbustos y herbáceas, comestibles y no comestibles (pero útiles) crea un ecosistema estable donde ningún insecto llega a convertirse en plaga, ni ningún microrganismo llega a provocar enfermedades en las plantas de forma masiva. Es en los monocultivos donde hay que trabajar duramente para sacar adelante la cosecha.

En la permacultura los cultivos se siembran solos. Se dejan semillar algunas de las plantas de los cultivos para que siempre estén “saliendo de risa”, como llamamos los canarios al producto que se obtiene sin haberlo sembrado deliberadamente, sean papas o hijos.

Reconozco que cuanto más se alejen las condiciones de las tropicales, más difícil será hacer permacultura, y más trabajo será necesario introducir en el sistema. En mi huerta situada en el caluroso y seco sur de Tenerife he de regar por goteo, lo que me impide hacer compostaje en superficie, y me obliga a aportar el compost o el estiércol en surcos bajo cada tubería de riego, o a aporcar tierra encima si lo he dopositado en superficie. Es el máximo trabajo que pienso hacer en mi versión local del paraíso.



 

sábado, 24 de marzo de 2012

Canarias necesita la soberanía energética


Si un pueblo no dispone de sus recursos para aprovecharlos según su propio interés, no tiene soberanía. La soberanía no se exige por capricho, ni por el gusto de sentirse diferente; se exige por necesidad, y sólo cuando se ha puesto de manifiesto que no se puede continuar sin ella.

Si la multinacional REPSOL decide extraer petróleo del mar canario, y el gobierno de España se lo concede a cambio de un tanto del beneficio que obtenga, y Canarias no obtiene nada más que contaminación, es que Canarias necesita la soberanía energética.

Si la multinacional REPSOL extrae petróleo, pero no tiene previsto indemnizar ni con un céntimo de euro a quienes han de soportar el riesgo de un vertido que arruine su industria turística, ni da cuenta a los posibles afectados de las medidas que toma para evitar ese riesgo, ni siquiera a las autoridades locales, ni la leyes del reino de España le obligan a ello, es que Canarias necesita la soberanía energética.
Si la multinacional ENDESA pretende instalar una central térmica de ciclo combinado en Las Caletillas (Candelaria), basándose en previsiones sobredimensionadas con datos sobre consumo de energía tomados de documentos desfasados, aunque ese ciclo combinado funcione muy por debajo de su rendimiento óptimo, descartando interesadamente la posibilidad de aprovechar energías renovables sin querer desarrollar los sistemas que permitirían su aprovechamiento, porque ya disfruta de un régimen de monopolio en virtud de la política energética llevada por el reino de España, es que Canarias necesita la soberanía energética.

Si la multinacional ENDESA ignora que su presencia en Candelaria ha condicionado seriamente el desarrollo del municipio, ni se plantea indemnizar a los vecinos de Las Caletillas por el deterioro de su calidad de vida durante todos los años que han tenido que soportarla a escasa distancia de sus viviendas, ni por el lucro cesante por la pérdida de valor de sus propiedades debido a la eternización de su presencia en la zona, y además les impone la construcción de un gasoducto para que llegue el gas natural con que pretende que funcione su central, y no precisa de que las autoridades del municipio ni de la isla autoricen la instalación, y sólo tiene que pedirle permiso al gobierno de España, es que Canarias necesita la soberanía energética.
Si la empresa GASCAN, adquirida por la multinacional ENAGAS, planea construir plantas regasificadoras de gas natural licuado en Granadilla y en Arinaga, para vender a la multinacional ENDESA el gas necesario para continuar con su monopolio de la producción eléctrica; y si para abastecer de GNL a las plantas supuestamente hay que construir el puerto industrial de Granadilla (o mantener el inútil de Arinaga); y si por casualidad las empresas concesionarias de las obras de construcción del puerto, y algunos de los propietarios de los terrenos anexos, son consejeros y/o accionistas de GASCAN, y el actual gobierno de Canarias retuerce las leyes de protección del territorio para que la obra se haga aunque sea ilegal, y el gobierno del reino de España no lo recurre, es que Canarias necesita la soberanía energética, y el actual gobierno de Canarias está incapacitado para ejercerla.

Si la empresa propiedad del Estado español Red Eléctrica de España REE proyecta nuevos tendidos de alta tensión a 220 KV, a pesar de ser redundantes, innecesarios y basarse en previsiones sobredimensionadas y obsoletas, sólo porque ya estaban en la planificación del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio del reino de España, y no precisa de que las autoridades del municipio ni de la isla autoricen la instalación, y el gobierno de Canarias no puede hacer otra cosa que incluirlos en su PECAN “por imperativo legal”, es que Canarias necesita la soberanía energética.
Si en Canarias no se instala energía termosolar, a pesar de tener potencial de sobra y existir la tecnología necesaria, porque el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio del reino de España no la autoriza “debido a la cantidad de proyectos inscritos en el registro a nivel nacional, se han cubierto los objetivos de potencia y por lo tanto, el registro permanece cerrado” y a que “en Canarias no se ha inscrito ningún proyecto bajo este RD, y no podrá hacerlo hasta que se establezca un nuevo marco regulador y nuevos objetivos nacionales al respecto, por lo que es de prever que en lo que resta de horizonte temporal, no se instalará potencia termosolar en ninguna isla” (según se reconoce en el PECAN), es que Canarias necesita la soberanía energética.

No digo que la identidad canaria, o el amor a la bandera de Canarias (quien lo tenga), o el sentirse canario (quien se sienta), dejen de tener su importancia; alguna tienen, pero son irrelevantes mientras que Canarias siga sin tener soberanía energética.

viernes, 2 de marzo de 2012

Las Matemáticas del Decrecimiento


«Quien crea que el crecimiento exponencial puede durar eternamente en un mundo finito, o es un loco o es un economista». Kenneth Boulding (1918-1993), economista, presidente de la American Economic Association (1968).
Nunca se vio en la naturaleza que una población o un organismo pudiera mantener su crecimiento indefinidamente. Sólo a economistas se les puede ocurrir que los recursos naturales son inagotables porque continuamente la tecnología, gracias al estímulo del libre mercado, descubre nuevos recursos; no importa lo escasos que lleguen a ser; cuanto más escasos, más subirá su precio, más ganará quien descubra recursos alternativos, y antes se desarrollará la tecnología necesaria para ello. Esta es la idea predicada por los neoliberales, dominante hasta ahora en el pensamiento económico, irrefutable si sólo se razona en términos monetarios, fácilmente desmontable si se razona en términos energéticos.
Está tan arraigada la idea de la inevitabilidad del crecimiento que ya oficialmente se habla del crecimiento sostenible como solución a la crisis, como si no eso no fuera un oxymoron, una contradicción en los términos. Esta gráfica sobre la previsión de las puntas de demanda energética en la isla de Tenerife, sacada del documento del gobierno autónomo de Canarias recientemente sometido a exposición pública “Revisión del Plan Energético de Canarias PECAN 2006-2015”, es todo un ejemplo.
El documento redactado en 2005 inicialmente preveía un crecimiento lineal ininterrumpido que en 10 años llevaría la punta de demanda energética de 600 a 900 MW, un incremento del 50%. Durante 2010 y 2011 se revisa el plan y se constata que, por efecto de la crisis, la demanda se ha estancado. No obstante suponen, y así reflejan en su gráfica, que a partir de 2011 la demanda debe de volver a crecer, aunque esté en contradicción con las actuales expectativas de ralentización de la actividad económica para los próximos años. Prevén tres escenarios: inferior, medio y superior, siendo la demanda en cualquiera los tres casos es una línea recta de pendiente positiva, mayor o menor, pero siempre positiva.
La línea recta de pendiente positiva es prácticamente la única función matemática que maneja el planificador oficial. Jamás veremos una recta en que a<0, ni siquiera una línea horizontal donde y=cte. Toda previsión de futuro tiene inevitablemente que ser creciente.
           

Los planificadores son en el fondo personas sensatas. Aunque las directrices que reciben les obligan a no considerar otra hipótesis más que la del crecimiento, ellos por pudor se quedan en el crecimiento lineal, pero si sólo fuera por quienes manejan verdaderamente la planificación, el crecimiento debería de ser exponencial.






Por la propia naturaleza crematística del sistema, todo capital invertido debe generar plusvalía,  y esa plusvalía se debe reinvertir para seguir generando más plusvalía; toda cantidad prestada debe ser devuelta con intereses, y los intereses generan a su vez más intereses. La fórmula del interés compuesto es un caso particular de función exponencial. Quien se lea la letra pequeña de cualquier contrato de préstamo que haya firmado con su banco, se la encontrará.

Para que las deudas se paguen tiene que haber crecimiento. Gran parte del trabajo y de los recursos del mundo se destinan al crecimiento. Si el PIB de un estado no crece al 3%, no se crea empleo, y debiera estar por el 8 o el 10% para que hubiera pleno empleo. Un estado cuyo PIB “solo” crezca el 1% está en una grave crisis; si decrece o se estanca, si no hay crecimiento, está en recesión: grave situación que anuncia quiebras, paro, pobreza y conflictos sociales. El sistema no funciona más que si la riqueza crece de forma exponencial.
En las épocas en que la economía real no puede crecer exponencialmente, el dinero se refugia en la economía virtual. Se especula con tulipanes, con solares, con opciones de compra sobre solares, con casas, con contratos de futuros de materias primas, con acciones, con pagarés, con fondos respaldados con hipotecas, con seguros que respaldan a esos fondos, con papelitos de colores. Para ser especulador no hace falta manejar grandes capitales, ni ser socio de la Trilateral, ni ser invitado a las reuniones del Club Bilderberg. El señor que tiene los ahorros de su vida o una modesta herencia puesta a plazo fijo al 2%, y dice que no le renta nada, y lo pone en fondos de inversión que le rentan el 6% (que a su vez invierten en sellos, trigo, petróleo o deuda emitida por el estado portugués), es un especulador.
Las curvas de crecimiento de la masa monetaria de USA (total de dólares, físicos o virtuales, que ha emitido la Reserva Federal), y de su deuda externa (total de papelitos de colores, físicos o virtuales, que USA le ha endosado al resto del mundo), que no dependen para nada de la economía real ni de ningún impedimento físico, son los mejores ejemplos que podemos poner de crecimiento exponencial sin límite.

En la naturaleza se dan crecimientos exponenciales, pero sólo de forma temporal. Una población, puesta en un medio donde no haya factores limitantes, primero se multiplicará exponencialmente hasta que comience a agotar algún recurso esencial; pasará por un punto de inflexión y aunque aún seguirá creciendo, lo hará cada vez menos; llegará a un máximo, tras el cual decrecerá, primero exponencialmente (como el que se cae por una pendiente), y luego tras un punto de inflexión, caerá de forma cada vez más suave hasta llegar a un línea que tienda a la horizontal.
Esa es la función gaussiana.  Cuando x sea igual b, la función alcanzará un máximo igual a a. La forma de la curva dependerá del parámetro c.

El crecimiento de una población de bacterias dentro de un tubo de ensayo, el de los renos abandonados en una isla del Artico sin ningún predador que controle su población, la evolución de la población en la isla de Pascua, todos los ecosistemas cerrados que no puedan autoregularse hasta llegar a un equilibrio siguen esta pauta de crecimiento.

La extracción de un recurso no renovable en un yacimiento limitado sigue también una curva gaussiana. Como comprobó el geólogo King Hubbert extrayendo petróleo en Estados Unidos durante los años 50 (y podría corroborar cualquiera que haya extraido agua de un pozo o de una galería), la pauta que sigue todo pozo de petróleo es que al principio la producción crece de forma exponencial (cuanto más se perfora, más se extrae), luego tiene a estabilizarse (cada vez cuesta más de extraer porque hay que bombearlo desde mayor profundidad), hasta que la producción decrece por mucho que se invierta en medios, primero abruptamente y luego menos, hasta su total agotamiento. Sumando las curvas de producción de todos los pozos de Estados Unidos, agotados o por agotar, obtuvo (evidentemente) una curva gaussiana, de la que pudo deducir (conociendo los puntos de la parte izquierda de la curva) los valores de a, b y c en la fórmula de la gaussiana anteriormente expuesta,  y pudo predecir correctamente en 1956 que el cenit de la producción de petróleo en Estados Unidos se alcanzaría en torno a  1970.
Con idéntico método la ASPO (Asociación de estudios del peak-oil) elaboró esta curva en 2004, que predice el cenit de producción mundial de petróleo convencional para mediados de la pasada década (ya ocurrió), y el del total de líquidos (incluyendo el gas natural licuado) para el momento presente.
Ciertamente que la forma de esta gaussiana no es perfecta, porque los acontecimientos políticos afectan coyunturalmente al proceso, pero esos acontecimientos políticos están a su vez determinados por la geología. El doble pico en los años setenta corresponde a las crisis del petróleo de los años 1973, cuando la OPEP decretó un embargo contra los países que apoyaban a Israel en la guerra del Yom Kippur, y 1979, cuando la revolución islámica en Irán depuso al Sha. Nunca hubiera podido ser usado el petróleo como arma si antes en 1970 Estados Unidos (principal productor mundial hasta entonces) no hubiera llegado a su cenit de producción. No tendrían tanta trascendencia la actuales tensiones entre Irán y el imperio si Arabia Saudí, principal productor mundial y único que hasta ahora tenía capacidad excedentaria, no hubiera llegado recientemente a su cenit.

No sólo el petróleo. Todo tiene un pico, sobrepasado o próximo a sobrepasarse. Estas son las curvas previstas para la extracción del conjunto de petróleo y gas natural (pico en 2015), carbón (pico en 2025), uranio (pico en 2020), fosfatos (pico alcanzado en 1990), cobre (pico en 2020),  oro (pico alcanzado en 2000), hierro, selenio, zirconio (picos alcanzados a mediados de los 90),  plomo (pico alcanzado en 1990) y mercurio (pico alcanzado en los 60). De todo se puede sacar una gaussiana:










En un ecosistema donde todas las poblaciones lleguen finalmente a un equilibrio entre sí y con los recursos renovables de los que dependan, la población no tiene que tender a 0, sino que puede estabilizarse en muy  un valor constante situado por encima.

El libro de Donella y Dennis Meadows y otros autores “Los Límites al Crecimiento (1972)”, continuado por “Más allá de los Límites al Crecimiento (1992)”, no es más que un estudio sobre las implicaciones de la función gaussiana.  Por encargo del Club de Roma, investigadores del MIT, basándose en la simulación informática del programa World3, creado con el objetivo de recrear el crecimiento de la población, el crecimiento económico y el incremento de la huella ecológica de la población sobre la tierra en los próximos 100 años, concluyeron que “en un planeta limitado, las dinámicas de crecimiento exponencial (población y producto per cápita) no son sostenibles.

En las simulaciones del World3, los escenarios desarrollistas a ultranza, donde no se hace nada por limitar la población ni la producción, acaban inevitablemente en colapso a medio plazo, independientemente de si los recursos también aumentan.
Escenario 1 (tomado de "Más allá de los Límites al Crecimiento", página 169): la sociedad mundial se mantiene en la senda del crecimiento mientras le sea posible, sin cambios de política fundamentales




Los escenarios donde se simula un esfuerzo real por limitar el crecimiento acaban, tras una crisis temporal, con la población y los parámetros indicadores del nivel material de vida estabilizados en valores relativamente altos.

Escenario 12 (tomado de "Más allá de los Límites al Crecimiento", página 245): Se implantan políticas de sostenibilidad, que limiten la población, la producción industrial y la contaminación, a partir de 2015.



Necesitamos que comience a admitirse oficialmente que la Tierra no es plana e infinita, sino esférica y limitada.