José Martí nos enseña que quien resiste con perseverancia acaba trinfando

TRES HEROES - José Martí

Hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro. Hay otros que padecen como en agonía cuando ven que los hombres viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados.




Un hombre solo no vale nunca más que un pueblo entero; pero hay hombres que no se cansan, cuando su pueblo se cansa, y que se deciden a la guerra antes que los pueblos, porque no tienen que consultar a nadie más que a sí mismos, y los pueblos tienen muchos hombres, y no pueden consultarse tan pronto. Ese fue el mérito de Bolívar, que no se cansó de pelear por la libertad de Venezuela, cuando parecía que Venezuela se cansaba.



miércoles, 24 de diciembre de 2014

Vivir tiempos interesantes


"Estoy hasta los cojones de vivir momentos históricos" 

Frase atribuida a Luis Delage, comisario político del ejército del Ebro,  pronunciada el 25 de enero de 1939, poco antes de la toma de Barcelona.


Como expone el filósofo esloveno Slavoj Zizek en el prólogo de su obra "Bienvenidos a TiemposInteresantes" (2011) es precisamente en épocas de crisis sistémicas como la que vivimos, épocas convulsas en las que el tiempo histórico se acelera, cuando se abren oportunidades de cambio.

“En la China, si realmente odias a alguien, lo maldices diciendo: “¡Que vivas en tiempos interesantes!”. En nuestra historia, “tiempos interesantes” son, de hecho, tiempos de inestabilidad, guerra y lucha por el poder que dejan millones de víctimas inocentes sufriendo las consecuencias. Hoy en día nos estamos acercando claramente a una época de tiempos interesantes: las señales están en todas partes, desde la crisis financiera del 2008 hasta las catástrofes ecológicas del 2010.”

 No me cabe la menor duda de que estamos pasando momentos históricos, y que a mí me han pillado en el ojo del huracán. Desde que a finales de noviembre, hace escasamente tres semanas, acepté participar en la candidatura “Claro que Podemos” al consejo ciudadano municipal de Podemos en mi pueblo, Candelaria, mi existencia (y la de los demás compañeros/as de candidatura) se ha visto ensombrecida por la maldición reservada a quienes vivan tiempos interesantes. Me han salido arrugas en la cara y canas en el pelo que antes no tenía, además de otros trastornos psicosomáticos que afortunadamente serán reversibles. He tenido que bloquear en mi facebook a seis o siete señores, a la mayoría de los cuales no tengo todavía el gusto de conocer en persona, más que nada para evitar perder tiempo y energía en actividades poco productivas.  Hemos pasado por tantas peripecias en tan poco tiempo, hemos aprendido tanto de la verdadera naturaleza de las personas cuando por medio aparece algo parecido al poder, hemos tenido que escuchar o leer por las redes sociales o en cierto periódico tales lindezas, nos hemos visto obligados a presenciar tales espectáculos, que nuestro estado de ánimo es actualmente muy parecido al que tenía el compañero Luis Delage en el momento en que pronunció la célebre frase con que se abre este artículo.

La única recompensa, si se le puede llamar así, de vivir este momento histórico tan de cerca será que dentro de muchos años, cuando los tiempos hayan vuelto a ser aburridos, nuestros descendientes dirán “pues él (o ella) cuando lo del 2015 estuvo en lo de Podemos con los de Pablo Iglesias”.