"Estoy hasta los cojones de
vivir momentos históricos"
Frase atribuida a Luis Delage, comisario político del ejército
del Ebro, pronunciada el 25 de enero de
1939, poco antes de la toma de Barcelona.
Como expone el filósofo esloveno
Slavoj Zizek en el prólogo de su obra "
Bienvenidos a TiemposInteresantes" (2011) es precisamente en épocas de crisis sistémicas como
la que vivimos, épocas convulsas en las que el tiempo histórico se acelera, cuando
se abren oportunidades de cambio.
“En la China, si realmente odias a alguien, lo
maldices diciendo: “¡Que vivas en tiempos interesantes!”. En nuestra historia,
“tiempos interesantes” son, de hecho, tiempos de inestabilidad, guerra y lucha
por el poder que dejan millones de víctimas inocentes sufriendo las
consecuencias. Hoy en día nos estamos acercando claramente a una época de
tiempos interesantes: las señales están en todas partes, desde la crisis
financiera del 2008 hasta las catástrofes ecológicas del 2010.”
No me cabe la menor duda de que
estamos pasando momentos históricos, y que a mí me han pillado en el ojo del
huracán. Desde que a finales de noviembre, hace escasamente tres semanas,
acepté participar en la candidatura “
Claro que Podemos” al consejo ciudadano municipal
de Podemos en mi pueblo, Candelaria, mi existencia (y la de los demás
compañeros/as de candidatura) se ha visto ensombrecida por la maldición
reservada a quienes vivan tiempos interesantes. Me han salido arrugas en la
cara y canas en el pelo que antes no tenía, además de otros trastornos
psicosomáticos que afortunadamente serán reversibles. He tenido que bloquear en
mi facebook a seis o siete señores, a la mayoría de los cuales no tengo todavía
el gusto de conocer en persona, más que nada para evitar perder tiempo y
energía en actividades poco productivas. Hemos pasado por tantas peripecias en tan poco
tiempo, hemos aprendido tanto de la verdadera naturaleza de las personas cuando
por medio aparece algo parecido al poder, hemos tenido que escuchar o leer por
las redes sociales o en cierto periódico tales lindezas, nos hemos visto
obligados a presenciar tales espectáculos, que nuestro estado de ánimo es
actualmente muy parecido al que tenía el compañero Luis Delage en el momento en
que pronunció la célebre frase con que se abre este artículo.
La única recompensa, si se le
puede llamar así, de vivir este momento histórico tan de cerca será que dentro
de muchos años, cuando los tiempos hayan vuelto a ser aburridos, nuestros
descendientes dirán “pues él (o ella) cuando lo del 2015 estuvo en lo de
Podemos con los de Pablo Iglesias”.