
¿Por qué las empresas responsables, secundadas por las autoridades políticas, repiten machaconamente que la culpa es de “los del no a todo” por no dejarles invertir en aumentar su capacidad de generación, y que hace falta construir más centrales (térmicas por supuesto)?
Un artículo publicado en noviembre de 2003 en el periódico mexicano La Jornada, donde se analiza el tema de los grandes apagones en Estados Unidos, nos da la explicación: la culpa de que haya apagones cada vez más frecuentes la tienen la privatización y la desregulación del sector eléctrico. El artículo cita un estudio realizado por el Instituto Americano de Física, un análisis confidencial realizado para el centro de investigaciones de los dueños de las empresas eléctricas: el Instituto de Investigaciones de Fuerza Eléctrica, una investigación realizada por el periódico Washington Post sobre los apagones causados por el huracán Isabel en octubre de 2003, y declaraciones de ex-ejecutivos de empresas eléctricas.
la desregulación del sector eléctrico en los años 90 se realizó sobre la base de tratar a la energía como una mercancía y no como un servicio básico nacional. El resultado fue que las empresas privadas se enfocaron primero en las ganancias, mediante la construcción de nuevas plantas de generación eléctrica -espacio que rendía las mayores utilidades-, que en mantener la infraestructura de las líneas de transmisión para asegurar la confiabilidad del servicio en momentos de mayor demanda, como ocurre en el verano o durante tormentas.(...)desde que entró en vigor la desregulación en los años 90 las empresas eléctricas redujeron dramáticamente su inversión en el mantenimiento de líneas y sistemas de transmisión, a pesar de las advertencias de que eso vulneraría el sistema ante las tormentas. Para incrementar sus ganancias, las empresas redujeron costos recortando gastos de mantenimiento de líneas de trasmisión, al tiempo que incrementaron inversiones en grandes plantas de generación de electricidad, rubro en el que las ganancias son enormes.
El auge de la economía financiera sobre la real no fue ajeno a este proceso. Tradicionalmente una compañía eléctrica era un valor seguro porque, aunque estaba obligada a realizar ciertas inversiones para garantizar la continuidad del servicio público, tenía asegurada una mínima rentabilidad. Pero tenía el inconveniente de que no podía rendir el 30% o el 40%. La desregulación permitió que se pudiera especular con la electricidad, generándola donde era más barata y transportándola al otro extremo del país, pero a través de líneas que no estaban dimensionadas más que para necesidades locales.
En esta época de vacas flacas las eléctricas están pegando un fuerte recorte a sus inversiones. Según datos de Unesa, la patronal eléctrica, que engloba a Iberdrola, Endesa, Gas Natural-Fenosa, E.ON España y HC Energía, sus socios invirtieron un 19% menos durante 2009 respecto al año anterior, según dicen porque la demanda disminuyó un 4,3% debido a la crisis.
Este recorte va a extenderse a los próximos años. Lo dicen los nuevos amos de ENDESA, la empresa italiana ENEL:
El consejero delegado de Endesa (ENDESA.SN - noticias) , Andrea Brenta, atribuyó hoy el recorte de inversiones contemplado en el plan estratégico 2010-2014 de la compañía a la caída de la demanda, al entorno económico provocado por la crisis económica y al "nuevo perímetro" de la compañía por la venta de activos en Grecia, Irlanda y, antes de julio, en Canarias y Baleares, así como por la integración de las renovables en una nueva sociedad conjunta con Enel (Milan: ENEL.MI - noticias) .Endesa anunció hoy que invertirá 10.500 millones de euros en los cinco próximos años, de los que 6.825 millones se destinarán al mantenimiento de sus activos y 3.675 millones a la expansión del negocio. Esta cifra es inferior a los 13.500 millones programados para el periodo 2009-2013. Brentan aseguró que las inversiones en distribución "se mantienen".
Parece por tanto que antes descuidaban la inversión en distribución porque sólo les interesaba la generación, y que ahora como hay crisis también están aplazando lo que tenían previsto invertir en generación. Seguramente mucho de lo que llaman “inversión” será en realidad mantenimiento de lo que ya está. Si no fuera porque los que manejan las eléctricas son economistas neoliberales que no se han enterado de que la tierra es redonda y finita y los recursos naturales limitados, uno pensaría que previendo el inminente peak-oil han considerado que estamos condenados a decrecer, y en consecuencia han decidido no aumentar más su capacidad productiva. Aunque sólo actúen movidos por las tendencias a cortp plazo del mercado, el resultado es el mismo.
* Según el reglamneto electrotécnico de alta tensión, las instalaciones eléctricas se han de dimensionar previendo vientos de 120 Km/h, y que a la resultante de esfuerzos se le ha de aplicar un coeficiente de seguridad del 50%. Es decir, que las torres de UNELCO deberían de haber soportado vientos cercanos a 180 Km/h. La tormenta Delta (interesadamente llamada huracán) estuvo muy por debajo de eso.
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