Asistimos a una ofensiva de las llamémoslas “fuerzas vivas” de Nivaria en favor de ciertas grandes infraestructuras de las que supuestamente depende el progreso de la isla y en contra de los enemigos de Tenerife que las combaten. Ante los problemas legales con que han tropezado, estos señores hacen llamamientos a saltarse la legalidad.
El director del diario infame recalca en su editorial del martes 24 de noviembre que las obras del puerto de Granadilla han sido paralizadas por un tribunal cuya sede está en Las Palmas. Como “la Justicia no puede oponerse al bienestar del pueblo”, y como “se ha demostrado que sólo hay hierbajos submarinos”, hay que “dialogar jurídicamente con la Justicia (sic), que es donde se mantiene el único y último obstáculo que paraliza la construcción”.
El director del diario infame recalca en su editorial del martes 24 de noviembre que las obras del puerto de Granadilla han sido paralizadas por un tribunal cuya sede está en Las Palmas. Como “la Justicia no puede oponerse al bienestar del pueblo”, y como “se ha demostrado que sólo hay hierbajos submarinos”, hay que “dialogar jurídicamente con la Justicia (sic), que es donde se mantiene el único y último obstáculo que paraliza la construcción”.
Un grupo denominado Avante Canarias, ignorando que la democracia no es sólo la voluntad de la mayoría, sino también el respeto a la legalidad, escribe libelo tras otro con el único argumento de que el puerto de Granadilla está legitimado porque es apoyado por los partidos políticos representados en las instituciones.
El más explícito ha sido el presidente de FEPECO, quien después de reunirse con el señor Rivero declara que "la culpa de que el puerto de Granadilla esté en los tribunales la tienen los que han hecho las leyes (...) Le dijimos al presidente: señor presidente, las leyes no las han hecho los ciudadanos, las han hecho los políticos y los diputados que están en el Parlamento de Canarias han hecho ley tras ley y ahí tenemos las consecuencias".
Haciéndose eco de la voz de su amo, el grupo parlamentario de Coalición Canaria presenta una moción para modificar el catálogo canario de especies protegidas, rebajando el nivel de protección de aquéllas cuya protección les molesta para sus grandes proyectos.
¿Hasta qué punto estarán dispuestos a tergiversar las leyes? Pues depende del beneficio que esperen obtener. El compañero Karl, en el capítulo XXIV de su obra “El Capital”, que trata sobre la acumulación originaria (mecanismos por los que llegó a acumularse el capital de partida para el posterior desarrollo industrial, que él atribuye a la piratería, la rapiña de las colonias y el tráfico de esclavos), introduce la siguiente cita, que cuantifica en función de la ganancia el respeto por las leyes:
"El capital huye de los tumultos y las riñas y es tímido por naturaleza. Esto es verdad, pero no toda la verdad. El capital tiene horror a la ausencia de ganancia o a la ganancia demasiado pequeña, como la naturaleza tiene horror al vacío. Conforme aumenta la ganancia, el capital se envalentona. Asegúresele un 10 por 100 y acudirá adonde sea; un 20 por 100, y se sentirá ya animado; con un 50 por 100, positivamente temerario; al 100 por 100, es capaz de saltar por encima de todas las leyes humanas; el 300 por 100, y no hay crimen a que no se arriesgue aunque arrostre el patíbulo.”
Sólo si supiéramos los márgenes que esperan sacar de los solares del polígono de Granadilla cuando se revaloricen por la construcción del puerto, de las contratas por la obra, del cemento y arena que se gaste, podríamos hacernos una idea de los extremos a los que van a llegar.
Juanjo Triana. Miembro de Alternativa Sí se puede por Tenerife
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